La importancia del naming y del eslogan #traslasmarcas

Podría decirse que la comunicación comercial, la publicidad y el marketing me empezaron a interesar cuando empecé a investigar acerca de ello para mi trabajo de fin de grado titulado La traducción publicitaria (inglés-español): estudio comparativo de casos, aunque la verdad es que tuve que empaparme de todo lo que significaba «comunicar para vender» mucho antes. Uno de mis primeros trabajos consistió en hacer de traductor y redactor de artículos para una start-up en la que tenía que promocionar un producto de forma sutil y hacerlo parecer novedoso, interesante para el público de masas y, sobre todo, lo suficientemente valioso como para adquirirlo.

Después de presentar mi trabajo de fin de grado, tenía cada vez más claro que la comunicación comercial me interesaba muchísimo, y que creía que era un buen nicho no solo donde poder especializarme, sino también donde investigar. Me interesaba saber todo lo relacionado con la publicidad, el marketing, el lenguaje comercial y la comunicación preparada para vender productos a una gran masa. Uno de los primeros conceptos que tuve que investigar fue el del naming y el del eslogan.

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Hablemos de traducción publicitaria

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Traducción e Interpretación es una carrera conocida por su versatilidad y por las mil caras que pueden adoptar los graduados ante el mundo laboral, pues no solo nos forman para ser traductores o intérpretes, sino que podemos aplicar nuestros conocimientos a otros campos de la lingüística, la comunicación o de la formación, entre otros ámbitos de otros sectores en los que puede caber nuestro perfil como especialistas del lenguaje, de la cultura u otros factores que puedan parecer interesantes.

Yo tenía muy claro que quería estudiar Traducción e Interpretación para ser profesor de inglés, ya que la docencia siempre ha sido mi vocación principal, pero, cuando conocí la traducción desde dentro, me di cuenta de que ser traductor era algo que me llamaba bastante la atención y que elegiría seguir con este camino. Conocí algunas de las variantes con las que más se trabaja en la vida real, como la traducción técnica, la científica o la audiovisual, además de especializarme en traducción literaria. Una vez conocidos todos los ámbitos de la traducción y haber explotado algún que otro de forma casual, tocaba terminar la carrera y empezar la vida real. Pero, antes, quedaba por hacer algo: el trabajo de fin de grado.

Para muchos estudiantes de Traducción e Interpretación que estén ahora mismo paseando por los pasillos de la universidad, las palabras «trabajo de fin de grado» no significarán mucho más que una asignatura que les queda más o menos lejana, algo de lo que no deben preocuparse todavía; sin embargo, para muchos traductores e intérpretes actuales (y para sus tutores de entonces), esas palabras significaron insomnio, quebraderos de cabeza, reuniones y muchísimo trabajo durante meses.

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