Lasaña para dos | Chispas de dopamina

No sé cómo se me ocurrió hacer lasaña por primera vez, pero, desde que sé lo que significa, no he podido dejar de prepararla. No solo me encanta su sabor y cómo siempre está buena, sin importar si está fría al día siguiente o recién sacada del horno, sino porque compartimos ese momento de intimidad delante de placas de pasta, carne picada, queso, bechamel y un poquito de cariño.

Deja un comentario