«Qué bonito cuando te veo
Qué bonito cuando te siento
Qué bonito pensar que estás aquí.»
(‘q bonito’, de @rusowksy)
🔹🔹🔹
Es curioso que, ahora que el frío parece que llega para quedarse, den ganas de abrazar todo el rato, de notar el calor de otra persona bien cerquita para sentir que estás a salvo de las bajas temperaturas. Hay algunos que incluso dirían que se han llegado a enamorar en alguno de esos abrazos, pero eso no es el amor. Eso es demasiado fácil. Encontrar el refugio del frío en un abrazo calentito es sencillo y casi lógico. Que te den ganas de abrazar muy fuerte en el calor de agosto, que te apetezca besar a la otra persona aunque llegue hasta las narices de trabajar, que te nazca hacer algo que no apetezca. Ahí uno sí se da cuenta de que quizás no hay vuelta atrás y de que sí, hay amor (del bueno) de por medio. Qué pena que ahora, que sí que apetece retozar un rato más de la cuenta abrazado en la cama, no sea posible.