El impacto de las redes sociales en el sector del aprendizaje de idiomas

No sé si os acordaréis, pero hace unos 10-15 años, parecía que no eras nadie, profesionalmente hablando, si no tenías un blog. Por aquel entonces, yo escribía en un blog que luego se convertiría en libro, Diario de un futuro traductor, y estudiantes y profesionales de los idiomas abrían bitácoras prácticamente a diario. No sé si por la exposición generalizada a este tipo de espacios, en los que se podían tratar temas interesantes para el público generalista o también para audiencias más concretas.

Fue una tendencia que no terminé de entender muy bien: escribir un blog significaba guardar parte de tu agenda para buscar temas, escribir los artículos, darles publicidad… Al final, era una acción no productiva que tampoco generaba ningún tipo de conversión en clientela, sino en comentarios de amigos de la profesión, si acaso, acerca de los temas que tratabas, y también de cuentas en redes sociales que trataban los temas de los que se hablaban de una forma menos amable. Aun así, hemos sido muchos los que hemos seguido escribiendo en diarios como este de una forma totalmente vocacional, gratuita y también con ganas de ayudar y de ofrecer contenido de calidad.

Precisamente es en las redes sociales donde me gustaría centrar en este artículo. Si bien las redes sociales han revolucionado cómo las personas aprenden idiomas, ofreciendo oportunidades sin precedentes para acceder a contenido diverso, practicar habilidades lingüísticas y conectarse con comunidades globales, también han creado espacios donde los docentes de idiomas, especialmente los que trabajan/trabajamos en línea, se pueden promocionar. Sin embargo, también presentan algunas dificultades e inconvenientes que hay que tener en cuenta.

Instagram, TikTok o YouTube Shorts: pildoritas de idiomas para todos los públicos
Actualmente, hay redes sociales que han emergido como un bastión para aquellos que quieren promocionarse como profesores en línea y también para aquellos negocios que quieren anunciarse de una manera mucho más cercana, no solo presentando los diferentes servicios que se ofrecen como trabajador independiente o como academias, sino también, incluso, grabando vídeos que rozan el «teatrillo», en el sentido más elogioso de la palabra.

Durante los meses que duró el confinamiento por la pandemia de la covid, era raro el día en el que algún profesor de idiomas no daba clases de repaso gratuitas a través de herramientas como los directos de TikTok o Twitch, o grababa reels en Instagram para explicar aspectos de gramática, vocabulario, etc.

De hecho, de esa hornada de profesores de idiomas han nacido muchas estrellas influyentes en el mundo de la docencia, como puede ser María G. Durán, mejor conocida por María Speaks English, o su nueva academia Pikingli. María trata el inglés desde un punto de vista ameno y adaptado a la visión que tienen estas plataformas: la duración del vídeo es limitada, pero también es la atención que normalmente prestamos en este tipo de entornos.

Otra cuenta que me parece realmente interesante es la de La Letroteca, que si bien no enseña idiomas extranjeros, sí que ofrece encuestas, votaciones y diferentes consejos para mejorar nuestro español, hablado y escrito. Mucho del contenido que muestra en su cuenta de Instagram viene directamente de su libro, publicado en junio de 2024, «Sin faltas y a lo loco», en el que se repasan conjugaciones complicadas, retos sintácticos y etimologías interesantes.

En TikTok también aparecen diferentes cuentas que publican contenido y publicitan su negocio de enseñanza de idiomas a través de, especialmente, situaciones en las que tenga sentido una expresión, un tipo de vocabulario o, directamente, un verbo polisémico. Como algunas cuentas que se me ocurren, os recomiendo las cuentas de Stefanie, The English Coach o Silvia Hanzo. En este caso, comparten contenido interesante relacionado con el inglés, ya sea más del día a día o más académico.

En YouTube, son miles los canales de contenidos y consejos lingüísticos que se dedican a la enseñanza de idiomas. Existen desde canales con lecciones completas, tutoriales de pronunciación e, incluso, ejercicios prácticos. Es curioso, ya que en este tipo de plataformas, sí que prima el contenido que sea más largo, más exhaustivo y más explicativo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que YouTube también tiene su propia categoría de vídeos cortos, Shorts, que incluye lecciones más rápidas debido a las limitaciones del tiempo de la plataforma.

Son todo ventajas
Las redes sociales, como hemos podido comprobar hasta ahora, tienen diferentes ventajas que podemos tener en cuenta a la hora de apoyarnos cuando tenemos que estudiar un idioma extranjero. La principal, y para mí una de la más importante, es que el acceso a todo este contenido didáctico, que suele ser gratuito, es universal, por lo que, de alguna manera, está acercando la enseñanza a cualquier persona que quiera aprender. Además, el formato vertical prima que se visualice y se consuma a través de dispositivos móviles, lo que hace que también sea accesible desde cualquier parte del mundo.

El contenido, también, brilla por su diversidad. Hay personas que basan su contenido en memes, canciones o, simplemente, noticias de última hora, para aplicar el conocimiento a un fin específico. Por ejemplo, utilizar algunos titulares para repasar los verbos modales, por poner alguna muestra concreta.

Al tener las redes sociales una naturaleza audiovisual, estas pueden llegar a enriquecer la experiencia de aprendizaje, ya que se facilita la comprensión con la combinación de textos e imágenes, así como la memorización de nuevas palabras y expresiones, que se posibilita a través de, precisamente, los recursos que ofrecen las redes sociales. Además, el contenido, breve y entretenido en la mayoría de las ocasiones, mantiene el interés de los usuarios, que hacen que el aprendizaje sea más atractivo, no solo para el estudiante, sino también para el dueño de la red social, que adquiere más engagement a través de likes y comentarios.

…pero no es oro todo lo que reluce
A pesar de sus ventajas, las redes sociales también tienen limitaciones y riesgos que pueden afectar la calidad del aprendizaje. En la era de la desinformación, los estudiantes también pueden caer en aprendizajes a través de contenidos no creados por expertos, lo que puede llevar a errores gramaticales o vocabulario inapropiado para según qué contextos.

Otro de los elementos que hay que tener en cuenta a la hora de la experiencia de aprendizaje que pueden llegar a tener los alumnos, es que no existe una estructura clara. Los canales relacionados con el aprendizaje de idiomas no siguen una estela tradicional, sino que tratan temas que sean interesantes no solo para el público generalista, sino también para atraer visitas y atención, que es lo que necesitan atraer.

Está claro que, además, vivimos en una época en la que se premia lo inmediato y lo conciso, por lo que si la lección es muy larga o, simplemente, está en un formato propenso a ser «deslizable», como puede ser en TikTok, lo normal es que pasemos de lo que nos están contando, sino también por el hecho de que las redes sociales tienen un carácter adictivo y puede desviar la atención del objetivo educativo que se supone que tiene este contenido.

¿Cómo se puede mejorar el uso de las redes sociales a la hora de aprender un idioma?
Una estrategia superimportante para poder aprender un idioma de forma efectiva a través de las redes sociales es, obviamente, elegir y seleccionar cuentas de confianza. Es fundamental buscar perfiles o canales gestionados por expertos en enseñanza de idiomas, como profesores certificados, instituciones educativas reconocidas o hablantes nativos con experiencia en pedagogía. Revisar los comentarios, la reputación y la calidad del contenido publicado nos puede ayudar a diferenciar la información correcta de aquella que pudiera ser menos fiable.

Otra práctica recomendable es establecer objetivos claros para el uso de las redes sociales en el aprendizaje. En lugar de consumir contenido de manera aleatoria, es conveniente definir metas específicas, como ampliar el vocabulario en un área determinada, mejorar la pronunciación o reforzar la comprensión auditiva. De esta manera, el aprendizaje se vuelve más estructurado y se pueden medir los avances de forma más efectiva.

Además, participar de forma activa en la comunidad digital es otro aspecto clave. En lugar de ser un espectador pasivo, los estudiantes pueden interactuar con el contenido a través de comentarios, responder preguntas, realizar ejercicios propuestos por creadores de contenido o unirse a retos lingüísticos. Esta participación activa no solo refuerza los conocimientos adquiridos, sino que también ayuda a mejorar la expresión escrita y oral.

Para evitar distracciones, es importante equilibrar el tiempo dedicado al uso de redes sociales con otros métodos de aprendizaje. Es recomendable establecer límites y evitar el consumo excesivo de contenido que no esté relacionado con el aprendizaje de idiomas. Combinar el uso de redes con la lectura de libros, prácticas estructuradas y ejercicios escritos permite un desarrollo más integral de las habilidades lingüísticas.

Finalmente, el aprendizaje puede enriquecerse al usar herramientas adicionales en combinación con las redes sociales. Existen aplicaciones de gramática, diccionarios en línea, plataformas de intercambio de idiomas y programas de reconocimiento de voz que pueden ayudar a reforzar los conocimientos adquiridos en redes y proporcionar una práctica más completa y equilibrada.

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