Lo de que el año empieza en septiembre para los que nos dedicamos a la docencia es una idea que cada vez me parece más desdibujada, aunque sí que es verdad que es cuando más trabajo estoy teniendo. Ahora es cuando empieza casi todo en el mundo de la docencia que sigue el curso escolar y también cuando empiezan a acumularse proyectos después del verano.

Sea como fuere, mis planes también están un tanto desdibujados, pero uno de ellos es la gestión de este blog. Después de diez años publicando entradas sobre mi trabajo, mi vida académica e incluso mi vida personal, he decidido que mi página web sea un cajón desastre sobre todo lo que escribo, también de aquello que escribo desde un punto de vista más artístico. Chispas de dopamina, mi proyecto literario, también está acogido en estas páginas, aunque podéis disfrutar de él también en Instagram.

Sobre mi vida académica, como os conté, empecé a estudiar Estudios Ingleses, sabiendo que me iba a pasar lo que ha ocurrido finalmente: no me presenté a ninguna de las asignaturas. ¿Las razones? Trabajo, principalmente, pero también falta de autoestima, de gestión de las emociones para con los exámenes y también por las oposiciones. Me gustaría presentarme a las recuperaciones, y también ver cómo puedo ir manejando mis tiempos para ponerme al día a partir del año que viene.

Aún tengo pendiente decidir sobre qué iré escribiendo durante los meses venideros, pero una cosa está clara, y es que el flujo de artículos va a ir disminuyendo, por lo que publicaré uno cada dos meses, el primer lunes de los meses impares. Así tendré más tiempo de publicar contenido de calidad, con un poco más de documentación y también con ideas un poco más trabajadas, teniendo siempre en cuenta el mundo de la docencia, los idiomas, la traducción o, incluso, la escritura.