Ponerle el nombre a una marca es de las cosas más complicadas a las que los creativos se tienen que enfrentar: tiene que tener gancho, retratar al producto en cuestión y, en ciertos casos, hasta ser válido en ciertos idiomas. Cuando esa marca está asociada a una persona en cuestión, es más complicado aún. Si esa persona es un transformista, nos encontramos con un conjunto de factores lingüísticos que hay que tener en cuenta que puede llamarnos la atención como profesionales de la lengua.
Para quien viva debajo de una piedra y no sepa qué es un transformista se trata de una persona que se viste del sexo opuesto (si es un hombre, de mujer; si es una mujer, de hombre) con el fin de entretener a otros, frecuentemente con un espectáculo que incluye canciones o monólogos. Este artista se «transforma» en otra persona (de ahí el nombre) y el nuevo personaje puede estar basado en otro artista, como en una cantante, o puede ser un personaje de invención propia.
Como tuve contacto con este tipo de artistas durante mi época como camarero y como seguidor de todo lo que se sale de lo establecido, he decidido recopilar los nombres que he considerado más graciosos, interesantes y con más historia detrás, después de repasar la historia de las denominaciones artísticas en general.
Los nombres artísticos tienen varios motivos para existir. Entre muchas razones, existen las siguientes razones: las familiares son las primeras, pues algunas personas que tienen algún tipo de parentesco con famosos no quieren que se vea que reciben algún tipo de beneficio por su relación familiar, como Nicholas Cage, sobrino de Francis Ford Coppola; las razones étnicas son las segundas en la que nos vamos a centrar, pues son muchos los artistas que, por sus creencias religiosas, se han cambiado su apellido por otro más internacional, como el caso de Nathalie Hershlag, más conocida como Natalie Portman; las razones legales y comerciales son las últimas que vamos a mencionar, y significa que en muchos países no puede haber dos personas con el mismo nombre artístico, como el caso de Katy Perry, que nació como Katy Hudson pero no quería ser confundida con la actriz Kate Hudson.
Hasta aquí todo correcto, pero cuando ese nombre artístico es el de un transformista entra también el factor de la privacidad, una máscara que se pone el artista ante el público para separar su vida personal del resto, un personaje con el que normalmente no convive en su día a día. Y en un mundo tan exclusivo como el de los artistas, ese nombre tiene que tener gancho, tener una historia detrás, y, sobre todo, que el público pueda entender el sentido del seudónimo.
He decidido separar los tipos de nombres artísticos de los transformistas según la «inspiración» en las que se han basado para crear estos personajes con los que salen al escenario a entretener, a cantar o a hacer su espectáculo de monólogos.
Basados en expresiones
He encontrado algunos transformistas que basan su nombre en expresiones que nos suenan naturales, como el grupo Parece Menterio, que se inspiraron en la expresión «parece mentira» dicha de forma jocosa, como también están «ya ves truz», «digamelón», etc. Otro ejemplo es el de la transformista oriental Sum Ting Wong, que ha basado su nombre artístico en la expresión «something wrong» (literalmente, ‘algo inapropiado’) con una entonación propia de un idioma como el chino o el japonés.
Basados en sus propios nombres
Otros artistas deciden que su nombre real puede ser una inspiración para su nombre como artista, como es el caso de la conocidísima Kika Lorace, famosa por sus canciones ¡Adiós, Botella! y Chueca es genial. También hay que reconocer el juego de palabras que ha hecho con la expresión «qué calor hace». También hay otra transformista cuyo alter ego está basado en su nombre real: se trata de la también popular Nacha la Macha, otra transformista que juega con su nombre para crear una expresión graciosa y llamativa.
Basados en un personaje famoso
Si hiciéramos una lista de artistas que basan su nombre en personajes famosos, esta sería interminable. Me ha llamado la atención la inventiva de muchos de estos transformistas, pues es el grupo más numeroso. En los locales normalmente dirigidos al público homosexual nos podemos encontrar nombres tan curiosos como el de Chumina Power (unión no solo de la cantante italiana Romina Power, sino que también incluye la palabra «chumino», palabra vulgar para decir ‘vagina’), Travela Vargas (nombre inspirado en la cantante mexicana Chavela Vargas junto a la palabra «travelo», que significa ‘travesti’ y suele usarse de manera despectiva) o Pomela Anderson (cuya inspiración se basa en la eterna vigilante de la playa Pamela Anderson). Estos transformistas no suelen hacer papeles (ya sea en canciones o en monólogos) imitando a estos personajes; sin embargo, sí que hay algunos que no solo toman su nombre sino también su apariencia e, incluso, imitan números de estas celebridades: es el caso de Isabel Pantoja, que tiene imitadoras como la Pantoja de Puerto Rico, un personaje famosísimo en España durante los noventa gracias a su aparición en el programa Crónicas Marcianas, y Nuestra Isabel Pantoja, una de las vedettes del espectáculo ¡Que trabaje Rita! que más aplausos se lleva al imitar a la tonadillera.
Basados en la descripción de su espectáculo
Algunos transformistas deciden ponerse nombre para describir su espectáculo, como es el caso de la artista Kelly Roller, afincada en Torremolinos (Málaga) y cuyo show se basa en el patinaje (de ahí que su nombre sea roller, ‘patinadora’), que adapta según las canciones y el tamaño del espectáculo.
Algunos nombres especiales
Caso aparte es el de aquellos nombres que no cumplen ninguna de las inspiraciones que he mencionado anteriormente. Podría nombrar a muchas, pero me quedo con La Prohibida y Supremme DeLuxe. Sus nombres son más especiales porque han sabido pensar en un nombre lo suficientemente universal como para que lo puedan utilizar en cualquier parte y que su mensaje se entienda: la primera es algo prohibido, algo tentador (aunque ella siempre dice que usó ese nombre de casualidad); la segunda, que su producto es de calidad. Y tiene sentido, pues ambas están llevando a cabo una carrera musical fuera de los bares de espectáculo. La Prohibida sacó su álbum 100k años de luz el año pasado y ha recibido unas críticas excelentes. Por otra parte, Supremme DeLuxe ha conseguido algunos temas bastante notables que han sido la banda sonora de muchos durante estos últimos años, como Candy Shop.
También hay algunos que deciden no usar otro nombre diferente al que usan en el día a día. Curioso es el caso de RuPaul, que es conocido por este nombre tanto en su papel como hombre como en el de la explosiva mujer en la que se convierte. También muchos madrileños y aficionados al transformismo de Torremolinos no pueden pensar en este arte sin Sandra Almodóvar, que podría haber metido en los nombres artísticos basados en personajes famosos (toma su nombre por haber participado en la película La mala educación, de Pedro Almodóvar), pero ella es Sandra dentro y fuera del escenario. Asimismo, Sandra también tomó el apellido de Sara Montiel, pues se convirtió hasta en la imitadora oficial de esta estrella del cine español.
Con estos recursos, podemos inventarnos algunos nombres perfectos para este tipo de artistas. ¿Qué os parecen Lola Menta y Paca Melarte? ¡A crear!
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- Que trabaje Rita. Página web oficial de uno de los espectáculos de vedettes travestis más importante de España, en el que participan muchísimos de los artistas mencionados en este artículo.
- Ultrapop. Página de Facebook de otro espectáculo del movimiento travesti más popero, que cada vez está ganando más adeptos en todo el país.
- Diferencias entre «transexual» y «travesti». La Fundéu sale en nuestro rescate para ayudarnos entre estos dos términos que a veces se usan erróneamente como sinónimos.