Productividad al rescate: la técnica del bloqueo del tiempo

Después de unas navidades un poco convulsas, mucha gente se pone manos a la obra con los propósitos de Año Nuevo. Sinceramente, yo este año ni lo he intentado, pero me gustaría continuar con los hábitos buenos que ya estaba teniendo. Siendo autónomo es complicado hacer muchas cosas a la vez y, en la sociedad actual, donde la multitarea y las distracciones son omnipresentes, la productividad se ha convertido en un desafío cada vez mayor. El ritmo de vida que llevamos, sumado a las interrupciones constantes, puede hacer que nos sintamos agobiados y cansados simplemente con planear nuestras tareas. Por eso, es crucial adoptar estrategias efectivas para optimizar nuestro tiempo y alcanzar nuestros objetivos de manera más eficiente. Una de las técnicas más eficaces para lograrlo es el bloqueo del tiempo, un enfoque estructurado que nos permite gestionar nuestros quehaceres de manera más productiva y organizada.

Antes de adentrarnos en la técnica del bloqueo del tiempo, es importante entender por qué la productividad es un factor clave en nuestra vida diaria. Aunque ya hemos hablado de la productividad en otros artículos, hay que recordar que ser productivos nos permite aprovechar al máximo nuestras habilidades y recursos (que son limitados), nos ayuda a lograr nuestros objetivos y nos brinda una sensación de satisfacción y logro personal. Además, la productividad también está relacionada con una mejor gestión del estrés y una mayor calidad de vida, debido a que, si terminamos las tareas a tiempo o de forma escalonada y tranquila, no causamos ningún pico de ansiedad que nos pueda desequilibrar en nuestro día a día.

A lo largo de los años, han surgido diversos modelos de gestión del tiempo para mejorar la productividad. Algunos de los más conocidos incluyen el Método Pomodoro, la Técnica de Eisenhower y GTD (Getting Things Done). Estos modelos proporcionan estructura y enfoque a nuestras tareas, pero la técnica del bloqueo del tiempo se destaca como un método altamente efectivo para optimizar el uso de nuestro tiempo y aumentar nuestra productividad.

El bloqueo del tiempo consiste en dividir tu día en bloques de tiempo específicos y asignar cada bloque a una tarea o actividad en particular. Para implementar esta técnica, es útil utilizar herramientas como Google Calendar, que facilitan la planificación y visualización de tus actividades a lo largo del día. En mi caso personal, además de otras herramientas que facilitan la gestión de citas y clases online, utilizo de forma exclusiva el calendario de Google para gestionar todas mis tareas y bloquearme el tiempo para llevar a cabo estos deberes, ya sean personales o profesionales. A continuación, os comparto los pasos clave para utilizar el bloqueo del tiempo de la manera más eficaz posible:

  1. Identificar tus prioridades. Antes de empezar a bloquear el tiempo que necesitamos, tenemos que saber qué queremos hacer y cuáles son nuestras prioridades, por lo que tenemos que identificar las tareas que hay que realizar, la urgencia que tiene cada una y la fecha en las que se pueden entregar.
  2. Establecer los bloques de tiempo. Cuando sepamos las tareas, podremos dividir el día en bloques de tiempo, dependiendo de las tareas, las preferencias y las necesidades que tengamos. Estos bloques no tienen una duración fija, y tendrán que ver con la tarea en sí, por lo que podemos tener diferentes duraciones, como 30 minutos, una hora o, incluso, varias.
  3. Asignar las tareas en los bloques. Como hemos comentado, dependiendo del tiempo del que dispongamos y de las tareas que tengamos que hacer, tendremos que ver qué hacemos en cada bloque de tiempo reservado. Hay que ser realista y tener en cuenta qué cantidad de tiempo es necesaria para llevar a cabo cada tarea. Es verdad que, a veces, tendemos a sobrellenar el calendario, pero eso generaría precisamente el resultado contrario al que esperamos.
  4. Eliminar las distracciones. Durante cada bloque de tiempo, tenemos que comprometernos a concentrarnos exclusivamente en la tarea asignada y evitar las distracciones. Mi recomendación es tener dispositivos como el teléfono móvil lo más alejados posible del espacio de trabajo, y centrarnos en el trabajo que hay que llevar a cabo. ¿Os acordáis de las herramientas de productividad? Sería un buen momento para desempolvarlas y utilizarlas.
  5. Evaluar y ajustar el tiempo (si es necesario). Al finalizar cada bloque de tiempo, tenemos que dedicar unos minutos para evaluar el progreso y ajustar la planificación si hiciera falta. Si una tarea lleva más tiempo de lo esperado, deberíamos reorganizar el calendario para adaptarse a los imprevistos.

La técnica del bloqueo del tiempo ofrece muchas ventajas que pueden hacer que seamos mucho más productivos. En los siguientes puntos, destacamos algunas de las principales ventajas:

  1. Mayor enfoque y concentración. Si asignamos bloques de tiempo específicos para cada tarea, podremos concentrarnos completamente en la actividad en curso. Esto facilita la concentración y reduce las distracciones, lo que aumenta la capacidad de completar las tareas de manera eficiente.
  2. Mejor gestión del tiempo. Al bloquear el tiempo de antemano, tienes una visión clara de las responsabilidades y los compromisos. Esto ayuda a administrar mejor el tiempo y a evitar la procrastinación, ya que sabes exactamente qué tareas hay que hacer en cada momento.
  3. Reducción del estrés. Al tener un plan estructurado para el día, reducimos la sensación de estar sobrepasado por la cantidad de tareas que hay que realizar. Como hemos bloqueado tiempo para las tareas importantes y cumplimos con los compromisos, tendremos una mayor sensación de control y reduciremos el estrés asociado con la falta de organización.
  4. Mejora de la eficiencia. La técnica del bloqueo del tiempo nos permite evaluar y ajustar constantemente tu proceso de trabajo. Con el tiempo, desarrollarás una mayor eficiencia al estimar la duración de las tareas y planificar tu día de manera más realista.

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