Si 2016 fue el año de la búsqueda, como dije en mi despedida el 31 de diciembre, este era el año de la acción que necesitaba. En estos seis meses, he tenido la oportunidad de trabajar con nuevos clientes, afrontar nuevos proyectos y tener nuevos conocimientos gracias al aprendizaje específico de ciertas tareas.
Sin embargo, el año de la acción se ha convertido el año de la reacción. Os cuento: estoy a punto de cumplir los 25 años, y es una fecha especial. Llevo unas semanas sin saber muy bien qué quiero hacer. Parece que no soy el único: hay algo llamado «la crisis de los 25». Los que la sufren tienen dudas sobre si lo que están haciendo en ese momento es algo que les apasione y les llame suficiente la atención como para dedicarle el resto de su vida.
Ya sabemos que los que hemos estudiado Traducción e Interpretación tenemos la suerte de ser muy versátiles en cuanto al trabajo que podemos desempeñar gracias a nuestra base lingüístico-cultural, pero yo he sido más básico y he escuchado a mi niño interior (literalmente). Estas semanas me he dado cuenta de que quiero ser profesor. Ni más, ni menos.
Sé que muchas veces he dicho que estaría genial trabajar como profesor en una asignatura de traducción o de lengua y cultura, después de hacerme un máster de Traducción Audiovisual y un doctorado. ¡Hasta tenía ya el tema! Pero una noche me desperté y me pregunté si de verdad quería hacer todo eso. Y las dudas hicieron darme cuenta de que quizás no era el momento de ir por ese lado.
Quizás es el momento de hacerle caso a ese chaval de 15 años que era y apostar por algo que me apasione, que es enseñar. O quizás sea el momento de descubrir nuevas metas. La verdad es que no lo sé. Lo que sí sé es que, de momento, voy a dejar el verano para descansar, centrarme en otros proyectos (como la novela que estoy escribiendo, Conexiones, y que espero ver publicada antes de fin de año) y darlo todo para seguir mejorando.
Nos vemos en septiembre.
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- Surrealismo para traductores. Ofertas increíbles o plazos imposibles. Entre este tipo de condiciones vivimos los traductores autónomos. ¿A que a ti nunca te han pedido que escribas una tesis? ¿O que escribas un manuscrito que ya estaba publicado? Estas y más ofertas locas en mi artículo.
- La experiencia de la enseñanza en línea. Enseñar a través de Internet tiene muchas ventajas, pero también muchos inconvenientes. Si quieres descubrir cómo es colaborar con una empresa de este tipo o estás pensando en empezar a incluir estos servicios en tu cartera, puedes leer esta entrada: seguro que te ayuda.
- Reflexiones sobre la traducción. ¿Cómo nos ponían a la Traducción, como disciplina, en la universidad y cómo es de verdad? Pues bastante diferente. Aproveché el día de San Jerónimo, patrón de los traductores, para reflexionar sobre este tema y muchos más que rodean a la traducción.
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- El día que dije no a los realities. ¿Y si no participo en un reality por miedo a perder mi trabajo o por los motivos personales que pudieran acarrearme verme en la tele? Esto y mucho más en este artículo.
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- Entrevista a Antonio Martín: «Cada vez se toleran menos los errores en los textos». Con motivo de la presentación de mi libro Diario de un futuro traductor en Cálamo&Cran, aproveché para hacerle una entrevista a la cabeza pensante del hormiguero más famoso entre los lingüistas. Y las respuestas son de lo mejor que he leído en mi vida.
- La oficina a cuestas: cómo es trabajar con tableta. Lo bueno de nuestro trabajo es que podemos trabajar desde casi donde sea. Pero ¿por qué cargar con un portátil enorme si podemos trabajar bien con una tableta? Mi experiencia en este artículo.
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- Mi currículo de los fracasos. De lo que más se aprende es de los errores, los fracasos y las malas experiencias, y aquí están los míos.
- Traductores sin complejos. Los complejos son muy perjudiciales para la evolución personal y profesional, y en la traducción pecamos de dos, sobre todo: el de superioridad, pero también el de inferioridad.
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- La guía definitiva para ser más productivo. Ponencia que expuse en la Semana Cultural de la Facultad de Filosofía y Letras de 2017, en la que hablé sobre productividad y consejos para trabajar más y mejor.
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